Eurona, a través de su filial Quantis, monitorizará los embalses y cauces de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) vía satélite. Este acuerdo supone la entrada de la compañía en la gestión de los recursos hídricos, abriendo una nueva ventana de crecimiento para el grupo.
Gracias a la tecnología satélite y su capacidad para llegar a cualquier parte, ya es posible poner la tecnología al servicio de la naturaleza para gestionar de manera efectiva sus cambios y evitar que estos tengan un impacto negativo en la sociedad.
Las presas y cauces del río Segura se monitorizarán y se transmitirá información puntual de forma continua sobre el estado de los mismos, proporcionando información importante para la toma de decisiones y poder evitar desbordamientos de los ríos e inundaciones en situaciones de crecida.
El servicio va más allá y a través de la tecnología satélite de Eurona se informará sobre la calidad del agua, un aspecto imprescindible para detectar cuándo se han superado los umbrales de contaminación preestablecidos.
De este modo, la tecnología impide que los cambios de las aguas –tanto de niveles como de su composición- tengan consecuencias que pueden ser trágicas, tanto para la población como para la flora y la fauna. Así, el satélite se integra en el entorno fluvial con el objetivo de hacer más eficiente y más segura su gestión en un momento en el que el calentamiento global está provocando lluvias torrenciales en lugares donde antes no ocurría.
Precisamente, parece el agua que es el medio que más apuesta por esta tecnología. Pues no solo se trata de ríos, las conexiones vía satélite de Eurona también viajan por mar. La compañía ha entrado recientemente en el sector marítimo para dar conectividad a los ferris de pasajeros de Balèria y Naviera Armas, buques mercantes, yates, pesqueros e incluso embarcaciones que realizan labores de salvamento marítimo en aguas del Mediterráneo.
Este auge de las conexiones en embarcaciones es una buena prueba de que las personas ya no conciben su vida sin poder acceder a Internet. Sea por mar, tierra o aire, los viajeros quieren estar conectados a cualquier hora, en cualquier momento. Y para ello el satélite se ha convertido en una herramienta fundamental, pues puede llegar a lugares a los que no llega la fibra óptica. Así, una vez más, Eurona llega donde los demás no pueden.
